Tendencias en manufactura para 2024
Tendencias en manufactura para 2024
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Encuentre aquí las tendencias en manufactura más importantes para Latam, le contamos a detalle, desafíos, oportunidades y el keyword research más completo de la industria para este 2024
Motores de cambio en la manufactura: transformación tecnológica y sostenibilidad
La manufactura está experimentando una revolución, impulsada por factores que van más allá de las líneas tradicionales de producción. En este contexto, la tecnología y la sostenibilidad han aparecido como unos de los impulsores de cambio más relevantes en la industria.
En la era actual, la manufactura está experimentando una metamorfosis sin precedentes, impulsada por poderosos motores que están redefiniendo el panorama industrial. En medio de esta revolución aparece la convergencia de tecnologías exponenciales y la creciente conciencia hacia la sostenibilidad, que no solo han transformado la forma en que se produce, sino también han redefinido el propósito mismo de la manufactura.
Desde la impresión 3D hasta la robótica y la ingeniería sostenible, estos motores de cambio están delineando un futuro donde la innovación y la responsabilidad ambiental se entrelazan para dar forma a la fabricación industrial.
Tecnologías exponenciales: impresión 3D y robótica
La manufactura aditiva, comúnmente conocida como impresión 3D, ha experimentado un rápido avance en herramientas, técnicas y aplicaciones en diversos sectores. Aunque inicialmente fue utilizada para la creación de prototipos, hoy en día ha evolucionado hacia otras etapas del proceso de fabricación.
En el caso, por ejemplo, de la impresión 3D, que se relacionaba principalmente con la creación de objetos tridimensionales, actualmente, se está expandiendo a otras áreas de la fabricación, como el estampado, la producción de moldes y patrones. Esto ha llevado a una reducción significativa de los costos iniciales, lo que ha permitido su democratización y el acceso por parte de los fabricantes más pequeños.
Robótica: automatización que transforma la fuerza laboral
Los robots industriales, una vez limitados a tareas que requerían fuerza y precisión excepcionales en entornos industriales específicos, están experimentando una revitalización. La convergencia de bajos costos de mano de obra, el aumento de los costos laborales y el desarrollo de robots más asequibles y seguros están cambiando la ecuación de la automatización.
La aparición, por ejemplo, de robots colaborativos, conocidos como "cobots", ha marcado un hito al poder trabajar directamente y colaborar con los seres humanos. Frente a este punto, si bien ha surgido una importante discusión sobre la reducción del número de empleos de baja destreza como consecuencia de la automatización, también se ha anticipado la creación de empleos especializados en programación y mantenimiento.
Ciencia de materiales: innovación en la estructura molecular
Desde la década de los sesenta, el término "era espacial" ha estado asociado con nuevos materiales que permiten tareas de ingeniería previamente imposibles. La primera generación de estos materiales, como la fibra de carbono, la espuma de memoria y los nanomateriales, se ha vuelto omnipresente. Lo que una vez fue exclusivo de fabricantes avanzados, ahora se está integrando en aplicaciones más convencionales.
Un ejemplo claro es la fibra de carbono, representante por excelencia de los materiales de la era espacial. Aunque los costos de energía asociados con su manufactura aún limitan su uso en algunas aplicaciones, la investigación continua está llevando a mejoras significativas en eficiencia y escalabilidad. Este avance no solo tiene implicaciones para la industria aeroespacial, sino que también impacta en la fabricación de productos de consumo, donde la resistencia y ligereza de la fibra de carbono son cualidades altamente valoradas.
Impacto en la cadena de valor y la economía
La transformación impulsada por las tecnologías exponenciales no solo redefine los procesos de fabricación, sino que también tiene un impacto significativo en la cadena de valor y la economía en general.
Por un lado, la fragmentación del mercado ha permitido que fabricantes más pequeños tengan un contacto directo con los consumidores. Esta conexión cercana facilita la personalización rápida de productos, rompiendo con las limitaciones de las líneas de producción tradicionales.
Al mismo tiempo, los fabricantes más grandes están buscando consolidarse para aprovechar la escala en la producción de componentes y plataformas. En este punto, la adaptabilidad se convierte en la clave, ya que los fabricantes deben equilibrar la eficiencia de la producción a gran escala con la flexibilidad necesaria para satisfacer las demandas de un mercado cada vez más diversificado.
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Transformación sostenible en la industria manufacturera
La industria manufacturera se encuentra en medio de una transformación sin precedentes, donde la sostenibilidad se ha convertido en el eje central de la evolución. Desde ajustes en el diseño del producto hasta cambios en la cadena de suministro, los fabricantes están adoptando prácticas sostenibles para minimizar los impactos ambientales y responder a las crecientes demandas del mercado.
Ingeniería sostenible: busca no solo crear productos de manera económicamente sólida, sino también minimizar los impactos ambientales negativos y conservar recursos naturales. Es el caso de las modificaciones en el diseño, como la reducción de materiales no esenciales y la optimización de procesos de producción, que están dando forma a una nueva era de productos más eficientes y sostenibles.
Fuentes éticas y cadena de suministro sostenible: la transparencia en la cadena de suministro, así como la selección ética de materiales sostenibles, se ha convertido en un imperativo, con compradores corporativos imponiendo reglas estrictas a los proveedores. De esta manera, más allá de cumplir con requisitos éticos, las empresas buscan construir cadenas de valor que respondan a las demandas cambiantes de los consumidores.
Producción eficiente: las empresas están combinando mejoras en la eficiencia operativa con tecnologías inteligentes y el uso de energía verde para crear lo que se conoce como la fábrica del futuro. Más allá de reducir residuos, estas iniciativas buscan reinventar procesos para minimizar el impacto ambiental. Por ejemplo, la instalación de sistemas inteligentes que monitorean y ajustan automáticamente la producción en función de la demanda, combinada con el uso de fuentes de energía renovable. En resumen, no se trata solo de hacer más con menos, sino de hacerlo de una manera que respete y preserve nuestro entorno.
Transporte: en el transporte y la entrega, la reconfiguración de la cadena de suministro y los esfuerzos de descarbonización están racionalizando rutas comerciales y reduciendo emisiones. Este enfoque reconoce que la sostenibilidad no solo se logra en el lugar de origen, sino también en el movimiento y entrega de productos. La utilización de flotas de vehículos eléctricos y la optimización de rutas son solo algunas de las estrategias que las empresas están implementando para hacer que el transporte sea más sostenible y respetuoso con el medioambiente.
Economía circular: la transición hacia una economía circular promete cambiar fundamentalmente la forma en que se diseña, produce, vende, usa y desechan los productos. Este enfoque no solo aborda la producción sostenible, sino también cómo los productos se gestionan a lo largo de su vida útil. Algunas empresas que ya usan este modelo están demostrando que es posible redefinir completamente la relación entre productos y consumidores, fomentando la reutilización y minimizando residuos.
Fabricación sostenible: más allá de lo ambiental
La transición hacia prácticas de fabricación sostenibles no solo conlleva beneficios ambientales, sino que también tiene implicaciones significativas en términos de negocios. Según una encuesta de Deloitte, casi la mitad de los ejecutivos informaron que las iniciativas de sostenibilidad mejoraron mediblemente el rendimiento financiero de sus empresas. La reducción de costos asociada con la eficiencia operativa, junto con la creciente demanda de productos sostenibles, está generando un impacto positivo en la rentabilidad.
Sin embargo, la sostenibilidad aplicada a la fabricación no solo busca reconocer buenas prácticas, sino que se ha convertido en un requisito. Hoy, la presión de compradores corporativos y las regulaciones, tanto a nivel local como global, se vuelven más estrictas. Según Laura Barrera, directora de Expo Manufactura, actualmente, las empresas están respondiendo cada día más a los desafíos ambientales generados por las actividades industriales y siendo muy exigentes con los ODS. Como consecuencia, los fabricantes que no tengan un plan de sustentabilidad aplicado a sus procesos y a las plantas pueden encontrarse en riesgo de quedar por fuera de la cadena de proveeduría.
En la misma línea, inversionistas y consumidores conscientes están ejerciendo presión para un cambio sostenible. Las empresas ya no solo informan sobre el progreso, sino que se espera que entreguen avances año tras año en sus objetivos de sostenibilidad. Asimismo, se está prestando especial atención a las condiciones laborales, los materiales utilizados y los métodos de eliminación de residuos. Este cambio de mentalidad está ejerciendo presión sobre las empresas para que adopten prácticas más sostenibles en todas las etapas de su cadena de valor. Esto lo que indica es que la transparencia en las prácticas y la capacidad de demostrar un compromiso genuino con la sostenibilidad se están convirtiendo en factores críticos para la viabilidad a largo plazo de las empresas en el mercado actual.
Sin duda, la manufactura se encuentra en un momento trascendental, impulsada por la convergencia de tecnologías exponenciales y una creciente conciencia hacia la sostenibilidad. La impresión 3D y la robótica están transformando la manera en que se produce, haciendo que la personalización y la eficiencia vayan de la mano. A su vez, la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo que está redefiniendo la cadena de valor y la relación entre la industria y los clientes.
7 tendencias en la manufactura para 2024
La industria de la manufactura se encuentra en medio de una transformación sin precedentes, y las tendencias que marcarán el año 2024 revelan la magnitud de este cambio.
El panorama de la manufactura está evolucionando a pasos agigantados, y las tendencias que marcarán el año 2024 reflejan la profunda transformación impulsada por varios factores. Desde la implementación masiva de la Inteligencia Artificial y el Machine Learning hasta la imperativa búsqueda de la sostenibilidad y el impulso de la electromovilidad, estas tendencias delinean un futuro empresarial retador, pero lleno de oportunidades. A continuación, 7 tendencias que hablan del futuro de la manufactura de cara a 2024.
Inteligencia Artificial y Machine Learning (IA y ML)
Según las proyecciones de Gartner, se espera que para 2024, el 60% de las empresas a nivel mundial integren a la Inteligencia Artificial (IA) y el Aprendizaje Automático (Machine Learning, ML) en sus operaciones. ¿Qué significa esto para la industria? Una revolución en la forma en la que se produce y, sobre todo, en la forma en que se toman decisiones.
Impulsadas por grandes cantidades de datos y algoritmos avanzados, estas tecnologías están automatizando procesos, mejorando la toma de decisiones y transformando la interacción con los clientes. Frente a este punto, el Banco Mundial estima un aumento del 40% en la productividad global gracias a la implementación de la IA.
Para Manuel Montoya Ortega, presidente de la Red Nacional de Clústeres de la Industria Automotriz, la adopción de este tipo de tecnologías avanzadas está redefiniendo la fabricación. “Si bien veníamos de un camino de estar automatizando nuestra industria, usando más robots y medios de automatización, hoy dimos un brinco más, donde se requiere que los equipos se autodirijan” comenta.
Toda esta revolución ha llevado a cumplir un objetivo claro y es el de producir más haciendo un uso eficiente de los mismos recursos. Una tarea en la que la Inteligencia Artificial y el Machine Learning se han presentado como aliadas para impulsar a una industria competitiva en un mercado cada vez más exigente.
Realidad Aumentada y Virtual (AR y VR)
Si bien la Industria 4.0 aprovecha la computación basada en la nube y los dispositivos IoT, la realidad aumentada y virtual pueden ofrecer experiencias de inmersión al cliente con la ayuda de información de alta calidad. En la industria, el uso de AR y VR ha permitido enriquecer y complementar los trabajos que antes requerían obligatoriamente el contacto. Así, hoy, estas tecnologías aparecen para brindar asistencia remota a los clientes a través de dispositivos habilitados para AR y VR, y guiarlos en las reparaciones básicas y resolución de problemas. Antes de la pandemia, los clientes preferían que el técnico completara el trabajo, sin embargo, hoy están más abiertos a esta modalidad sin contacto y remota.
Por otro lado, este tipo de tecnología también se puede utilizar en el diseño y la fabricación industriales, lo cual, en la misma línea de la inteligencia artificial y la automatización, espera optimizar los procesos y hacer cada vez más inteligente a la industria.
Según las proyecciones de Statista, para 2024 habrá 1.700 millones de usuarios de AR y VR en todo el mundo. Estas cifras muestran cómo los visores de AR y VR se están convirtiendo en herramientas fundamentales para empresas y usuarios por igual, abriendo un abanico de oportunidades que hasta ahora se están empezando a vislumbrar.
Internet de las Cosas (IoT)
La expansión del Internet de las Cosas (IoT) es una de las tendencias más destacadas que definirá el panorama tecnológico en 2024. Con la proyección de conectar aproximadamente 14.700 millones de dispositivos para ese año, el IoT está permeando diversos sectores, desde la manufactura y el retail hasta la salud.
Esta conectividad masiva está desencadenando una revolución en la forma en que operan las empresas. La optimización de procesos, la reducción de costos y la creación de nuevos modelos de negocio son solo el principio. McKinsey estima que el IoT tiene el potencial de aportar aproximadamente 11.700 miles de millones de euros a la economía global en la próxima década, lo que muestra su poder transformador y la necesidad de adaptar estas herramientas a una industria tan cambiante como la manufactura.
Robótica
El avance en sensores y software está allanando el camino para robots industriales más versátiles y colaborativos. Para 2024, se espera que estos robots estén desempeñando un papel crucial en la automatización de procesos en sectores como la manufactura, la logística y el retail.
Según ABI Research, para 2030 podríamos tener más de 4 millones de robots colaborativos instalados en fábricas en todo el mundo, lo que agregaría una impresionante cifra de 10.800 miles de millones de euros a la economía global. Este avance tecnológico no solo aumentará la eficiencia y la productividad en las operaciones industriales, sino que también cambiará fundamentalmente la forma en que las empresas abordan la fabricación y la cadena de suministro.
Blockchain
Más allá de ser la tecnología que respalda las criptomonedas, el blockchain está en camino de transformar una variedad de procesos en finanzas, supply chain, votaciones y propiedad intelectual. Para 2024, se espera una inversión masiva de 5.940 millones de euros en soluciones blockchain, según Gartner.
En cuanto a la fabricación, la tecnología blockchain está experimentando un avance exponencial, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) proyectada del 72% durante el período de análisis que abarca desde 2022 hasta 2030. En 2022, el mercado se valoró en 1.200 millones de dólares, y se espera que este valor se multiplique significativamente en la próxima década. Este crecimiento dinámico señala el papel cada vez más crucial de la blockchain en la optimización de los procesos de fabricación y la gestión de la cadena de suministro.
Y es que justamente, dentro de las diversas aplicaciones de la tecnología blockchain en la fabricación, la gestión de la cadena de suministro y logística se destaca como un impulsor principal del crecimiento. Según el informe Blockchain in Manufacturing - Global Strategic Business Report, se proyecta que esta área específica registrará una CAGR del 75,3%, alcanzando los 39.9 mil millones de dólares en 2030. Este crecimiento acelerado se debe en parte a la transparencia, seguridad y eficiencia asociadas a la blockchain, características que han y siguen transformando la forma en que las empresas manejan sus operaciones logísticas, proporcionando una visibilidad sin precedentes y reduciendo los riesgos asociados.
Frente a los países mejor posicionados están Estados Unidos a la cabeza, seguido de China, Japón y Canadá. En el caso del gigante norteamericano, el blockchain en la fabricación se proyecta ascender a 355 millones de dólares.
Como la segunda economía más grande del mundo, China espera que su mercado de blockchain en la fabricación crezca a una tasa compuesta anual del 66,5%, alcanzando un tamaño proyectado de 12.100 millones de dólares para 2030. En el caso de Japón y Canadá, se anticipan tasas de crecimiento del 61,8 y 57,9%, respectivamente, durante el período 2022-2030.
Sostenibilidad
La manufactura representa aproximadamente el 17% del PIB de América Latina y el Caribe y el 15,5% del PIB mundial. Si bien, su aporte a la economía del mundo es más que significativa, también lo es su huella medioambiental. Por ejemplo, países como México son responsables de 26% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) por cuenta las industrias de maquila y manufactura, según Alejandro Pagés, director de Asesoría en Sustentabilidad, ASG y Economía Circular de KPMG, México.
De ahí que muchos expertos hayan coincidido en que, para 2024, la tendencia de la ingeniería sostenibles y la transición a energías renovables se impondrá con más fuerza. Si bien muchos de los mercados globales, especialmente en América del Norte y Europa, están cada vez más orientados hacia regulaciones estrictas en las cadenas de suministro, con una clara tendencia hacia la descarbonización, sigue siendo una tarea pendiente. En el caso de Latinoamérica, cada vez más empresas han virado hacia prácticas sostenibles que no solo les ha permitido controlar su impacto, sino cumplir con un requisito fundamental que les permita mantenerse competitivos y seguir accediendo a los mercados internacionales.
Electromovilidad
Aunque Estados Unidos lidera la carrera hacia la electrificación, Brasil y México se han posicionado en el mercado global y regional.
En el caso de México, Manuel Montoya Ortega, presidente de la Red Nacional de Clústeres de la Industria Automotriz, anticipa una notable aceleración en la producción de vehículos eléctricos y sus componentes en México. Según él, este impulso encuentra respaldo en la presencia de gigantes como Tesla, que han apostado fuertemente en el país, indicando una creciente aceptación regional hacia la movilidad eléctrica. Este fenómeno no solo refleja un cambio en la manufactura, sino también en la mentalidad de los consumidores.
Otro gigante que movió la balanza a su favor fue Brasil, que este año anunció la alianza con el fabricante chino BYD, reconocido en el mundo por su liderazgo en la fabricación de automóviles eléctricos.
A nivel global, la electromovilidad está experimentando un vertiginoso crecimiento. Manuel destaca que en Europa, entre el 30 y el 40% de las ventas de automóviles son eléctricas, mientras que en Estados Unidos, la cifra se encuentra en el 10%. A pesar de que en México la participación de vehículos eléctricos en el mercado local es aún modesta, se espera un crecimiento considerable en los próximos 5 años.
Lea también: Transformación hacia la electromovilidad total a partir de 2027
Desafíos y oportunidades en la industria 2024
El auge industrial vivido en Latinoamérica ha impulsado un desarrollo sin precedentes que cada vez más ubica al continente en el radar mundial. Sin embargo, este crecimiento acelerado ha traído consigo nuevos desafíos que siguen reconfigurando la industria.
El crecimiento industrial sin precedentes en Latinoamérica ha propulsado la región al escenario global de manera notable. Este auge, aunque marcado por logros impresionantes, no está exento de desafíos. La acelerada expansión ha traído consigo una serie de nuevos retos que continúan moldeando y reconfigurando la dinámica industrial en el continente. En este contexto, abordaremos tres aspectos críticos que se entrelazan en este complejo panorama: la producción de vehículos eléctricos en Latinoamérica, el apremiante desafío de la mano de obra calificada y los obstáculos inherentes a la electrificación industrial.
Desde la necesidad de superar barreras regulatorias y económicas en la adopción de vehículos eléctricos hasta la escasez de habilidades especializadas y los retos tecnológicos en la electrificación industrial, exploraremos cómo estos elementos convergen para configurar el futuro de la industria en la región.
Producción de vehículos eléctricos
Si bien Latinoamérica se presenta como un terreno fértil para la adopción de vehículos eléctricos, con políticas públicas e incentivos en marcha, existen desafíos notables. En primer lugar, se ubican los incentivos para la entrada de vehículos eléctricos, los cuales cobijan principalmente a los subsidios al combustible fósil en la región. Según estimaciones del Fondo Monetario Internacional, se pagan 46.000 millones de dólares al año en subsidios a los combustibles fósiles en América Latina y el Caribe. Para los expertos, este subsidio plantea una contradicción en el impulso hacia los vehículos eléctricos. Además, a esto se suman los altos costos de los vehículos y la letra pequeña en las regulaciones fiscales que pueden limitar su adopción masiva en el corto plazo.
- El crecimiento del mercado de vehículos eléctricos en México y la demanda de materias primas
México destaca como el único país de Latinoamérica que fabrica vehículos eléctricos y exporta a Estados Unidos. Se proyecta que para 2025, la adquisición de vehículos cero emisiones podría representar entre el 2 y el 4% del total de ventas en el país. Este crecimiento del mercado de VE trae consigo desafíos importantes, como la obtención de nuevas materias primas necesarias para las baterías, incluyendo níquel, cobalto y litio.
Frente a este último, el litio emerge como un factor crucial en la ecuación de los vehículos eléctricos, con Bolivia, Argentina y Chile poseyendo el 63% de las reservas mundiales. Como resultado, la industrialización de este se presenta como un elemento clave para el despegue de la industria de la movilidad eléctrica en Latinoamérica. Sin embargo, se requiere un enfoque cuidadoso para minimizar los posibles impactos ambientales y garantizar que la producción de vehículos eléctricos no genere mayores emisiones de CO2 o tenga un impacto negativo en comparación con los vehículos de combustión interna.
También se destaca la necesidad de un aumento en el número de proveedores que produzcan los nuevos componentes, como las baterías y motores eléctricos.
- Regulaciones y perspectivas futuras
A medida que países desarrollados, como California en Estados Unidos, establecen prohibiciones a la venta de autos a gasolina a partir de 2035, se plantea la cuestión de las regulaciones en Latinoamérica. Es esencial anticipar las regulaciones que adoptarán las naciones receptoras de vehículos de segunda mano de EE. UU. y adaptarse a las tendencias globales.
Frente a este punto, las autoridades gubernamentales en la región desempeñan un papel crucial al otorgar incentivos y mejorar la infraestructura para facilitar el acceso a autos eléctricos o híbridos, allanando así el camino para una transición más suave.
- Desafíos de la proveeduría
Se espera que para 2024, los vehículos eléctricos se vuelvan más competitivos en costos de mercado en comparación con los autos tradicionales. Sin embargo, este cambio hacia la electrificación no solo afecta a los fabricantes de automóviles, sino también a toda la cadena de proveeduría.
Por tanto, esta debe adaptarse a las nuevas dinámicas dictadas por el sector de VE, lo que implica la necesidad de nuevos sistemas y espacios industriales. Además, según un análisis de PwC, el costo de los vehículos eléctricos y sus sistemas electrónicos podría aumentar entre un 44 y 52% hacia 2025. Este aumento podría compensarse mediante nuevos procesos productivos de componentes clave, como el chasis, la carrocería o los interiores del automóvil.
- Infraestructura y cambios en los modelos de negocio
La transformación hacia los vehículos eléctricos no solo implica cambios en la fabricación y proveeduría, sino también en la infraestructura y modelos de negocio. Es esencial desarrollar una infraestructura adecuada de recarga eléctrica que siga el ritmo del aumento de vehículos eléctricos en circulación. Además, los protagonistas del sector automotriz se verán obligados a reorientar sus modelos de negocio hacia diferentes tipos de usos y al ciclo de vida de los nuevos modelos de transporte. Sin duda, la movilidad eléctrica no se trata solo de producción y venta, sino también de la adaptación a una nueva forma de movilidad que abarca desde la fabricación hasta el uso cotidiano.
El desafío de la mano de obra calificada
La escasez de mano de obra calificada es un fenómeno global que impacta la operación de las empresas. De acuerdo con una encuesta realizada por Manpower sobre la escasez de talento, Japón es el país donde la crisis de mano de obra calificada es más aguada. Asimismo, países como Estados Unidos y México han reportado que más del 40% de sus empresas han enfrentado este fenómeno.
En el caso de México, estados como Querétaro y Nuevo León han evidenciado no solo la escasez de personal especializado, sino de roles operativos y de manufactura. Según la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra), esto ha creado dificultades en sectores que demandan trabajos manuales.
Esaú Magallanes Alonso, presidente de Canacintra en Querétaro, explica que la región está experimentando un desplazamiento de personal, donde los trabajadores buscan transitar de perfiles no especializados a especializados en busca de mejores ingresos.
La industria, además de enfrentar la escasez de mano de obra especializada, se encuentra con desafíos para cubrir vacantes en roles de ayudante general y operario. Este fenómeno refleja una dinámica laboral en evolución, donde la demanda de habilidades específicas impacta a roles considerados menos especializados.
Lea también: Operarios de transporte afectan cadena de suministro
Rotación y retención de personal
La rotación de personal se convierte en otro desafío para la industria, generando pérdidas significativas para las empresas. Magallanes destaca que, después de invertir tiempo y recursos en capacitar a los empleados, estos abandonan la empresa, representando un gasto considerable.
Ante esta problemática de capital humano, Canacintra está analizando el desarrollo de estrategias para fortalecer la permanencia del personal y reducir la rotación. Sin duda, la retención del talento se vuelve esencial para garantizar la continuidad y eficiencia en las operaciones empresariales, especialmente en un entorno donde la competencia por trabajadores capacitados es intensa.
Frente a este punto, la colaboración entre sectores, el análisis detallado de las necesidades de personal y el desarrollo de estrategias efectivas de retención serán fundamentales para superar la crisis de la mano de obra en la industria. En la misma línea, la inversión en la formación de habilidades, la adaptación a las cambiantes expectativas laborales y la creación de entornos atractivos se convierten en componentes esenciales para consolidar una fuerza laboral estable y poder responder a los requerimientos cada más exigentes de la industria.
Electrificación Industrial
La electrificación industrial ha surgido como una solución prometedora para reducir la dependencia de los combustibles fósiles y disminuir la huella de carbono en los procesos productivos. Sin embargo, a pesar de sus beneficios evidentes, la transición hacia la electrificación enfrenta diversos desafíos que deben abordarse para garantizar una adopción generalizada y sin contratiempos.
- Limitaciones de infraestructura
Uno de los principales obstáculos en la adopción generalizada de la electrificación industrial es la insuficiencia de una infraestructura adecuada de carga y suministro de energía. Para electrificar completamente las operaciones, las empresas necesitan acceso a una infraestructura confiable y sólida capaz de satisfacer la demanda de electricidad en entornos industriales.
Desarrollar y ampliar esta infraestructura es crucial para superar este desafío. Por un lado, la colaboración entre gobiernos, empresas y proveedores de servicios públicos se vuelve esencial. Asimismo, las inversiones estratégicas en la modernización de la red eléctrica y la creación de estaciones de carga eficientes son pasos fundamentales no solo para impulsar la electrificación, sino que también para mejorar la resiliencia y la eficiencia de la infraestructura energética en su conjunto.
- Altos costos iniciales
Otro desafío significativo radica en los costos iniciales elevados asociados con la transición a sistemas eléctricos. Aunque los ahorros a largo plazo pueden ser sustanciales, muchas empresas encuentran difícil justificar la inversión inicial requerida para actualizar equipos e infraestructura.
Abordar este desafío implica la implementación de incentivos financieros. De esta manera, programas gubernamentales que ofrecen subvenciones o subsidios pueden mitigar la carga económica inicial para las empresas. Además, las instituciones financieras y los inversores pueden desempeñar un papel crucial al proporcionar financiamiento a tasas favorables para proyectos de electrificación. Al hacerlo, se crea un entorno propicio para que las empresas adopten prácticas más sostenibles sin comprometer su estabilidad financiera.
- Limitaciones tecnológicas
A pesar de los avances tecnológicos, ciertas industrias enfrentan barreras técnicas únicas en lo que respecta a la electrificación. Sectores como el transporte pesado, que incluye camiones de larga distancia y aviones, requieren mejoras significativas en la tecnología de baterías y la infraestructura de carga para que las alternativas eléctricas sean viables.
Para superar estas limitaciones, es esencial fomentar esfuerzos colaborativos de investigación y desarrollo. La colaboración entre empresas, instituciones académicas y organismos gubernamentales puede catalizar la innovación en tecnologías de baterías más eficientes y en sistemas de carga rápidos y accesibles. Además, establecer objetivos de investigación claros y proporcionar financiamiento para proyectos innovadores puede acelerar la adopción de soluciones tecnológicas en sectores tradicionalmente desafiantes.
En el cruce de estos tres desafíos fundamentales, el panorama del 2024 para la industria se presenta como un lienzo complejo donde las oportunidades de cambio y evolución conviven con obstáculos que demandan soluciones innovadoras y colaborativas. La producción de vehículos eléctricos, con sus complejidades regulatorias y económicas, requiere un enfoque estratégico y políticas públicas sólidas para fomentar la transición.
Asimismo, el desafío de la mano de obra calificada, en un contexto de escasez y cambio generacional, demanda la colaboración entre sectores y la inversión en formación para construir una fuerza laboral preparada para los desafíos de la industria moderna.
Finalmente, la electrificación industrial, aunque prometedora, se encuentra frente a barreras de infraestructura, costos y tecnología, exigiendo una sinergia de esfuerzos para impulsar una adopción generalizada. En este escenario, la industria tiene la oportunidad de liderar la senda hacia un futuro sostenible, donde la innovación y la cooperación se erigen como pilares fundamentales para superar los retos que se presentan y forjar un camino hacia un horizonte industrial más eficiente y resiliente.
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El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, anunció, mediante comunicado de prensa, que las exportaciones del sector manufacturero completaron cinco meses consecutivos de crecimiento. De acuerdo con la entidad, en febrero, el comportamiento positivo de las exportaciones colombianas estuvo impulsado por las ventas externas del sector agropecuario y de alimentos (9 %) y de los combustibles (8,9 %). La ministra de Comercio, Industria y Turismo, MarÃa Lorena Gutiérrez, manifestó su satisfacción por el resultado y explicó que la recuperación de la economÃa global incidió en el buen desempeño de las exportaciones colombianas. “El alza que muestran las exportaciones manufactureras es muy relevante. Esto es resultado de la polÃtica de diversificación de la oferta exportable en la que estamos empeñados y del trabajo de profundización y aprovechamiento de los acuerdos comerciales. Invito a los empresarios a seguir trabajando juntos en este proceso”, señaló la ministra Gutiérrez. El incremento de las ventas externas manufactureras en febrero estuvo impulsado por diferentes bienes. Productos como equipos de transporte (148,3%),  manufacturas de caucho (112,5%), abonos (97,6%), equipos y materiales fotográficos (93,1%), manufacturas de corcho y madera (89%), plásticos en formas primarias (78,5%), hierro y acero (51%), edificios prefabricados (46,5%), manufacturas de minerales no metálicos (46,3%) y productos medicinales y farmacéuticos (38,9%), entre otros, impulsaron esta clase de ventas. En cuanto al sector de las exportaciones agropecuarias y de alimentos se destacan productos como: pescado (155,9%), azúcares y preparados con azúcar y miel (111,7%), tabaco y sus productos (77,4%), aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,6%), pienso para animales (50,7%), carne y preparados de carne (45,9%) y bebidas (42,5%), entre otros. Por otro lado, las exportaciones totales colombianas en el primer bimestre aumentaron 13,9 % al compararlas con igual periodo de 2017. Las manufactureras crecieron 20,5%, las agropecuarias y de alimentos 17,7% y las de combustibles 15,3% en los dos primeros meses del 2018. Argentina, con un incremento de 158%, Paraguay (133,2%), Canadá (135,4%), Austria (119,7%), Francia (83,4%), Corea del Sur (40,5%), Costa Rica (15,7%) y Estados Unidos (4,6%) son algunos de los socios comerciales a los que más crecieron las exportaciones colombianas en los dos primeros meses de este año.El Ministerio de Comercio, Industria y Turismo de Colombia, anunció, mediante comunicado de prensa, que las exportaciones del sector manufacturero completaron cinco meses consecutivos de crecimiento. De acuerdo con la entidad, en febrero, el comportamiento positivo de las exportaciones colombianas estuvo impulsado por las ventas externas del sector agropecuario y de alimentos (9 %) y de los combustibles (8,9 %). La ministra de Comercio, Industria y Turismo, MarÃa Lorena Gutiérrez, manifestó su satisfacción por el resultado y explicó que la recuperación de la economÃa global incidió en el buen desempeño de las exportaciones colombianas. “El alza que muestran las exportaciones manufactureras es muy relevante. Esto es resultado de la polÃtica de diversificación de la oferta exportable en la que estamos empeñados y del trabajo de profundización y aprovechamiento de los acuerdos comerciales. Invito a los empresarios a seguir trabajando juntos en este proceso”, señaló la ministra Gutiérrez. El incremento de las ventas externas manufactureras en febrero estuvo impulsado por diferentes bienes. Productos como equipos de transporte (148,3%),  manufacturas de caucho (112,5%), abonos (97,6%), equipos y materiales fotográficos (93,1%), manufacturas de corcho y madera (89%), plásticos en formas primarias (78,5%), hierro y acero (51%), edificios prefabricados (46,5%), manufacturas de minerales no metálicos (46,3%) y productos medicinales y farmacéuticos (38,9%), entre otros, impulsaron esta clase de ventas. En cuanto al sector de las exportaciones agropecuarias y de alimentos se destacan productos como: pescado (155,9%), azúcares y preparados con azúcar y miel (111,7%), tabaco y sus productos (77,4%), aceites y grasas fijos de origen vegetal (71,6%), pienso para animales (50,7%), carne y preparados de carne (45,9%) y bebidas (42,5%), entre otros. Por otro lado, las exportaciones totales colombianas en el primer bimestre aumentaron 13,9 % al compararlas con igual periodo de 2017. Las manufactureras crecieron 20,5%, las agropecuarias y de alimentos 17,7% y las de combustibles 15,3% en los dos primeros meses del 2018. Argentina, con un incremento de 158%, Paraguay (133,2%), Canadá (135,4%), Austria (119,7%), Francia (83,4%), Corea del Sur (40,5%), Costa Rica (15,7%) y Estados Unidos (4,6%) son algunos de los socios comerciales a los que más crecieron las exportaciones colombianas en los dos primeros meses de este año.