4 Pasos para optimizar la gestión del mantenimiento industrial

La gestión de mantenimiento industrial es una herramienta clave para garantizar la competitividad y rentabilidad de las empresas en un mercado cada vez más exigente.

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La gestión de mantenimiento industrial se encarga de administrar todas las actividades necesarias para garantizar el correcto funcionamiento y prolongar la vida útil de las maquinarias, equipos e instrumentos de producción utilizados en la industria. Su objetivo principal es asegurar que estos activos se mantengan en buen estado y estén disponibles cuando se necesiten, evitando así interrupciones no planificadas que puedan generar costos adicionales y retrasos en la producción.

En otras palabras, la gestión de mantenimiento industrial busca maximizar la eficiencia y la confiabilidad de los equipos, lo que contribuye a la rentabilidad y competitividad de la empresa. 

¿Cuáles son los tipos de mantenimiento industrial?

Dentro de la gestión de mantenimiento industrial existen varios tipos de mantenimiento, entre los cuales se pueden mencionar los siguientes:

• Mantenimiento preventivo: se trata de la realización de actividades programadas con el fin de prevenir posibles fallos en los equipos, maquinarias o instrumentos de producción. Este tipo de mantenimiento se lleva a cabo antes de que se presente alguna avería, lo que contribuye a reducirlos costos y tiempos de inactividad.
• Mantenimiento correctivo: este tipo de mantenimiento se enfoca en la reparación de los equipos, maquinarias o instrumentos de producción que han presentado fallas o verías. Se realiza de forma reactiva, es decir, cuando ya se ha presentado un problema.
• Mantenimiento predictivo: se basa en la utilización de herramientas y tecnologías para detectar posibles fallos o averías en los equipos, maquinarias o instrumentos de producción. Esto permite planificar y programar las actividades de mantenimiento preventivo de forma más precisa.
• Mantenimiento productivo total (TPM): es una metodología de mantenimiento que busca involucrar a todo el personal de la empresa en la gestión y mantenimiento de los equipos y maquinarias, con el fin de mejorar la eficiencia y reducir los costos de producción.
• Mantenimiento de emergencia: se trata de la realización de actividades de mantenimiento de forma inmediata y sin programación previa, con el fin de solucionar un problema que impide el funcionamiento normal de los equipos o maquinarias.

¿Cuál es la importancia de la gestión de mantenimiento industrial?

Realizar una gestión de mantenimiento industrial eficiente es fundamental para garantizar la disponibilidad, confiabilidad y eficiencia de los equipos, maquinarias e instrumentos de producción utilizados en la industria. Algunas de las principales razones por las que es importante realizar una gestión de mantenimiento industrial eficiente son:

• Reducción de costos: la realización de mantenimiento preventivo y predictivo permite identificar y corregir problemas antes de que se conviertan en averías mayores, lo que reduce los costos de reparación y reemplazo de equipos.
• Aumento de la productividad: los tiempos de inactividad no planificados, causados por fallos o averías en los equipos, pueden afectar significativamente la producción y la rentabilidad de la empresa. Una gestión de mantenimiento eficiente contribuye a evitar estos tiempos de inactividad, asegurando la disponibilidad de los equipos y reduciendo el riesgo de pérdidas de producción.
• Mejora de la seguridad: el mantenimiento adecuado de los equipos y maquinarias contribuye a garantizar la seguridad de los trabajadores, evitando accidentes y reduciendo el riesgo de lesiones o enfermedades ocupacionales.
• Prolongación de la vida útil de los equipos: el mantenimiento preventivo y correctivo adecuado permite prolongar la vida útil de los equipos, maquinarias e instrumentos de producción, lo que significa una mayor rentabilidad para la empresa y una reducción en los costos de reemplazo.

Pasos clave para optimizar la gestión del mantenimiento industrial

La gestión del mantenimiento industrial debe optimizarse de forma continua. Esto permite mejorar el proceso, lo que garantiza que la maquinaria funcionará correctamente, las averías se solucionarán con rapidez y la seguridad de los trabajadores aumentará. Sin embargo, hay que actuar de forma ordenada a través de una serie de pasos preestablecidos.

• Análisis de la situación inicial: El primer paso consiste en analizar la situación inicial antes de empezar a planear. Esto permite conocer el estado de la empresa que desea mejorar la gestión del mantenimiento y actuar en consecuencia. Una auditoría llevada a cabo por profesionales servirá para establecer este punto de inicio. Se evaluará el grado de control administrativo de la gestión, satisfacción de los responsables de las áreas de mantenimiento, cuánto tiempo lleva mantener los diferentes equipos y otros aspectos cruciales.

De esta forma se obtiene una imagen precisa del estado de la empresa y se puede empezar a trabajar en diferentes medidas correctoras para potenciar la gestión. Por descontado, es indispensable detallar los diferentes aspectos mencionados y que estos sean realistas. De otro modo, el plan que se trazara no conduciría a resultados positivos.

• Organizar el personal para crear una estructura de trabajo eficaz: El objetivo de este paso, una vez se conoce el estado actual de la gestión, es organizar al personal buscando la eficacia. Para conseguir esto se buscarán dos objetivos principales: uso eficiente de los recursos humanos y crear una estructura de trabajo orientada a la consecución de resultados.
• En el primer objetivo, se establecerán diferentes grupos de trabajo centrados en varios aspectos del mantenimiento, como es el caso de la prevención y la corrección. Cada grupo estará compuesto por el número necesario de empleados, algo que dependerá de cada empresa, y con una estructura de mando precisa. De esta forma, podrán enfrentarse a su trabajo de forma efectiva, no habrá personal que no haga nada y la cadena de mando permitirá responder de forma flexible a cada eventualidad.
• Definir funciones de la administración del mantenimiento: Optimizar el trabajo de los encargados de la administración es crucial, en especial a la hora de clarificar sus atribuciones y que estas sean conocidas por los empleados y grupos de trabajo. Así, es posible la creación de mejores planes de trabajo, su programación y el registro de las diferentes actividades. Es importante de cara a la mejora de la eficacia que cada empleado tenga claras sus atribuciones. El objetivo que se persigue es evitar redundancias, pérdidas de tiempo y que el trabajo fluya de forma adecuada, lo que garantizará que se cumpla dentro de lo razonable.

Si no se actúa de esta manera, el organigrama del mantenimiento acabará por resultar confuso y las actividades a realizar no se llegarán a hacer de forma adecuada.

• Análisis y corrección de fallos: Una vez se ha clarificado la estructura de trabajo y la administración actúa de forma eficaz, llega el momento de establecer formas de analizar los diferentes fallos que surjan y llevar a cabo correcciones para la mejora continua. Esto permite localizar aquellos problemas que persisten en el plan, comprender cómo se han producido y encontrar las soluciones más acertadas. Así, se creará un círculo virtuoso en el que se localizan los fallos y se solucionan para que el mantenimiento industrial no decaiga en ningún momento.

En definitiva, una correcta gestión del mantenimiento industrial debe estar cimentada en la planificación y la búsqueda continua de la eficacia. De esta forma se lograrán los objetivos marcados, pero no sin dejar de lado la eficiencia en su consecución. Tan importante es cumplir los objetivos como hacerlo sin malgastar los recursos disponibles.